lunes, 19 de diciembre de 2011

El barça empeñado en demostrar que es el mejor equipo de la historia





Hay equipos que han hecho Historia a golpe de levantar muchos títulos. Otros se han convertido en mitos por el buen fútbol que practicaban. Unos pocos, sólo unos pocos desde que empezó a rodar el balón hace más de cien años, logran congregar en su leyenda una gran racha de títulos con un juego que despierte asombro y admiración. El FC Barcelona de Pep Guardiola es uno de ellos y hoy ha dado un paso más en su ascenso al Olimpo futbolístico.

Las dos primeras veces que el Barça viajó a Japón para disputar el título de campeón del mundo volvió a casa con el rabo entre las piernas. Dos equipos brasileños, primero el São Paulo y después el Internacional de Porto Alegre, le impidieron al Barça lograr el único título que le faltaba en sus vitrinas, además de que ambos supusieron una estocada en el futuro de dos victoriosas generaciones blaugranas que ya empezaban a decaer. Entonces llegó Pep Guardiola al banquillo y el Barça lo ganó todo, rubricando un récord histórico con el Mundial de Clubes que ganó en Abu Dabi. Seis títulos de seis.

Desde entonces han ido cayendo un récord tras otro, tanto a nivel colectivo como a título individual.Con el 4-0 que le ha endosado al Santos, el Barça ha conseguido la mayor goleada en una final de un Mundial de Clubes y ha roto una doble maldición: por fin ha sido capaz de ganar una final en Japón y a un equipo brasileño. Por su parte, Lionel Messi ha logrado igualar la marca de su propio compañero, Pedro Rodríguez, al ser capaz de marcar al menos un gol en las seis competicionesque un club puede jugar en un año. Con los dos tantos que anotó, los que abrieron y cerraron la goleada, suma 15 goles en finales, 7 en las jugadas a un solo partido y 8 en las de ida y vuelta.

Los que hayan visto al Santos en el Brasileirão o en la Libertadores del año pasado, sabrán que el equipo de Neymar (y Ganso, no me canso de decirlo) tiene su mejor arma en el contragolpe, donde explota el gran talento de sus hombres ofensivos, capaces de desbordar a cualquiera cuando atacan en velocidad. Cuando su rival arriesga y deja espacios en la espalda, el Santos mata. Por el contrario,les cuesta mucho manejarse cuando van por detrás del marcador y ahí es cuando o Neymar tira del carro o mal asunto.

Nada pudo hacer el Santos ante la nueva exhibición del Pep Team. A los 17 minutos Messi rompió el partido con su primer gol, una sutil y vaselina tras asistencia de Xavi, que se marcó un control de exterior delicioso. Siete minutos después el propio Xavi hizo el segundo —con 31 años está haciendo el mejor arranque goleador de toda su carrera— y al filo del descanso Fàbregas le puso la guinda a la gran primera parte de su equipo marcando el tercero —con 11 goles es el segundo máximo anotador del equipo—. La superioridad del Barça fue tal que acabó el primer tiempo con un 75% de posesión, provocando que el control de la pelota por parte del Santos no llegara ni a los nueve minutos.

Todo ello con nueve canteranos en el once inicial; sólo Alves y Abidal no se formaron en La Masia pero ya llevan en el club cuatro y cinco años respectivamente. La segunda parte estuvo lejos del nivel de la primera pero el Barça controló el partido totalmente, impidiendo que el Santos lograra ocasiones con las que soñar con una utópica remontada. Los brasileiros vivieron el partido entre la estupefacción (en América nadie les ha dominado así nunca) y el hipnotismo, viéndose superados por un equipo infinitamente más trabajado que parecía despertarles un sentimiento más cercano a la admiración que a la humillación. De hecho, Neymar, en la entrevista a pie de campo tras acabar el partido, se quitó el sombrero sin el menor sonrojo: “Hoy aprendimos a jugar al fútbol”, dijo.

El Pep Team sigue haciendo Historia. Con su segundo Mundial de Clubes logra su 13º título en las 16 competiciones que ha disputado, el 81,25%, es decir: gana cuatro de cada cinco campeonatos. Y de los tres que ha perdido, uno es una semifinal de Champions y otro una final de Copa en la que cayó en la prórroga. Acabará el año llegando a las 19 competiciones disputadas y, viendo como mantienen el hambre de títulos, parece improbable que no sumen alguno más para, como hoy, seguir acrecentando su leyenda.

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